Alrededor de las dos y veinte cuando comienza de nuevo esta rutina.
“Quizás quiero seguir mirándote,
Ó quizás, seguir odiándote.
Quizás quiera volver a abrazarte,
Ó .. volver a alejarte.”
Un día como aquel donde por primera vez,
Vimos la luz entre nosotros,
Cuando por primera vez,
Sentimos el calor de nuestros labios.
Pero volvió a irse la ilusión
y el dolor,
Que alguna vez nos hizo perecer,
Arrancó nuestras mínimas esperanzas
Albergadas íntimamente en el fondo de nuestro ser.
¿Sería que allí terminaría?
El último suspiro,
quemándonos,
El último segundo que allí ..
Sabiendo que íbamos a quedar en el olvido
Supimos ver, quizás por primera vez…
Como ése recuerdo que iba a vivir en nosotros, como una carga, como una culpa de haberlo perdido todo, como un rechazo a volver a enamorarnos, como un suicidio contra ésta relación.. que fue hermosa, que fue perfecta.. que fue destruida. Nos perdimos, no supimos entendernos, no supimos valorarnos aún en las pequeñeces que cada uno hacía por el otro.
Esa última mirada,
¡OH! Cómo te recuerdo aún en esa última mirada.
Nuestros ojos marchitos ya, tristes, mirándose y tratando de encontrar aquel amor que un día se juraron eternamente; aquel amor que jamás desaparecería y que ahora vemos como va muriendo a cada segundo; Aún te recuerdo con aquella lágrima que intentaba quedarse para no volver a caer, aún te recuerdo queriéndome abrazar estando tieso.
Quizás por primera vez caímos
En que jamás íbamos a amanecer juntos,
En que jamás íbamos a besarnos
Y hacer el amor por las mañanas,
Que las discusiones ya habían quedado en el pasado.
Y caímos sí..
No iban a haber más caricias al caer la tarde,
No más tardes hablando,
No más noches de desvelo.
Nunca más íbamos a volver a mirarnos tan dulcemente,
Ni decirnos las cosas más tiernas,
No más risas ni llantos,
No más felicidad ni noches de tristezas.
No quedaba más que un adiós, no quedaba más que ese suspiro que no termino jamás. Nos sabíamos el destino del otro.. y creo que tampoco lo quisimos saber. Los nervios, el dolor y ésa agonía que sabíamos teníamos, hicieron quebrarnos, pero sin acercarnos. Sabíamos que era el fin, pero no queríamos que terminara.
El fin llego,
El abrazo quedó inconcluso (por no querer volver a sufrir),
El fin nos contuvo,
Nos miramos, perdidos.. queriendo volver.
Adiós te digo, en silencio, como sé que vos me lo dijiste con ésa mirada.
Quizás algún día volvamos a encontrarnos, aunque dudo ya.
“Y nunca más íbamos a volver a mirarnos tan dulcemente,
Ni decirnos las cosas más tiernas,
No más risas ni llantos,
No más felicidad, ni noches de tristezas.”
No hay comentarios:
Publicar un comentario