domingo, 23 de mayo de 2010

Digamos que hace mucho que no escribo. Dos meses más o menos.
Vamos al ahora, para qué recordar el pasado. Hablemos del presente.

UN DESASTRE.
Suponendo que ayer cumplí cinco meses con mi novio, la pasamos como el orto, de repente fue tan mierda el día, que quise que terminara ahí nomás y listo, no volver a pensar en ello. De repente hoy, me llamó (porque desde ayer que le vengo rompiendo las pelotas para que lo haga) y allí estaba su voz, tán dulce, tán simple, tán calmadora, tán u,..,u tán de él. Que no solamente me hace sentir cerca de él, si no hace que absolutamente todos los problemas se vayan de mi lado, se alejen. Nada puede tocarme, nada puede lastimarme. Nada, menos algo. El hecho de que por más que de pueda oírlo, no puedo acariciarlo, no puedo besarlo ni tenerlo en ésos momentos en los que uno necesita de ésa persona. Evidentemente, me la paso llorando todo el día, me la paso quejándome y haciéndome más problemas.
Siempre con lo mismo, pero entendéme.
TE NECESITO.
Entonces, ¿Qué es lo que vas a decirme después de un largo proceso de desevolución?