miércoles, 17 de agosto de 2011

17-04-2011


Un amanecer más,
Volver a ver la ventana,
La luz que entra, que intenta llenar toda esta habitación
Que está en penumbras.

Un amanecer más,
Para saber que no estás,
Que te has marchardo,
Que ya no volverás, a mí.
Que ya no estarás en mis brazos,
Que no me darás tu calor,
Que no habrán más caricias.

Tú que tanto fuiste, que ahora no eres nada.
Que lo fuiste todo, y ahora no estás.

Ésta habitación que te extraña
(no más que lo que yo puedo extrañarte),
Ésta cama que pregunta por ti
(no más que mi alma que sufre al caer la noche)
Éste reloj que marca las doce,
Esta mujer que implora por tu regreso.

Y quizás en el cielo azul,
En las constelaciones que solíamos ver juntos,
Allí debes de estar, mirándome,
Cuidándome y protegiéndome.
Sé que si estás, en algún lugar estás.


Te extraño, pero aún quedan tus buenos momentos
Aún quedan las caricias, los besos
Queda tu voz, resonando en las paredes,
Cuando te llamo en mi mente.

Quizás no habré de mirarte nunca más,
Pero sé que sabrás, el día en que me veas marchar
Que nunca hé de amar a otro,
Que nunca hé de mirar, tocar ni besar a otro cuerpo.
Que nunca pude olvidarte, y que me dejé estar
Por la soledad que me vino a buscar,
Que me dejó en esta habitación,
Implorando por tu regreso.

Pero no más, no más.. hé de partir con esta agonía, hacia otro lugar, donde no sabrás de mi existencia, donde podrás vivir feliz, como sé en estos años lo hiciste.


“Te extrañaré en este lugar, pero aún quedarán tus buenos momentos junto a mí, en vida;
Aún quedarán las caricias, los besos y tu voz, resonando en lo que fue aquella habitación,
De cuando mi mente te llamó, y tú jamás respondiste,
De cuando mi voz cesó, y tú en aquellos brazos, me abandonaste.”

No hay comentarios:

Publicar un comentario