Días, horas. Eternidad

Creo que tenía tantas ganas de retomarte. Tenía tantas ganas de contarte como me fueron aconteciendo cosas increíblemente feas, cómo de a poco.. me doy cuenta de que todas ésas personas tan allegadas a mí, están desapareciéndo junto con sus promesas y su amor.
Y quedo desnuda y limpia de amor, quedo vacía y hecha pedazos. ¿Cómo creen algunos, que puedo continuar? Creo siquiera que ni yo me tengo fé para seguir adelante, ni siquiera tengo tampoco voluntad para ponerle fín a tantas cosas que me vienen. No quiero existir en cuanto al dolor me invada otra vez.
Ojalá supiera lo mucho que lo extraño, lo mucho que lo necesito. Que no fui una más, que no me sentí una más, que sí fuí especial.

Y quizás olvidarte, sea la mejor forma de amarte. Y quizás dejarte en otros brazos, sea la mejor manera de acariciarte.

Y no sé como seguirá mi historia. He tenido tantas idas, tantos choques y tantas vueltas, que la verdad muchas veces me sigo preguntando si vale la pena seguir adelante. (Digo seguir adelante, como si toda mi vida hubiera dependido de ello). Tengo tantas cosas en mente y ahora no sé si he de compartirlas y realizarlas tal cuál he deseado a lo largo de este año que sean.

Y quizás, me dé cuenta en las noches en vela (tomando como ejemplo la noche de anoche), que no vale la pena seguir así. (Tomando el sabio ejemplo estúpido de la tarde) puedo decir que soy una de las personas que más se auto-flagela creo que en todo el mundo, creo que me hago sufrir todo lo que más puedo para poder rescatar un uno por ciento de todo lo que sufro. Para poder aprender (si es que llego a aprender del todo), para poder conocerme, para poder ayudarme. (por más que muchas veces eso implique tener los mil y un problemas con ...).

Y capaz, después de una hora de meditación me dé cuenta.. que el olor a lavandina me está asfixiando, que me siento completamente incapaz de pensar, que ya no quiero verla más en mi sueños ni mis pesadillas.. que no sé ya qué iba a decir.